viernes, 5 de septiembre de 2014

Lo que hemos conseguido en ocho años

Rayita de la Alcantarilla, siempre ha sido muy rápida...
El tiempo vuela y parece que fue ayer cuando varias de nuestras compañeras comenzaron a alimentar a los gatos del Parque de Polvoranca.

Al principio eran solo dos personas que iban dos veces a la semana al parque y dejaban pienso repartido en algunas zonas específicas. Pero los animales eran muchos y ellas muy pocas.
Con el tiempo se les unieron otras personas y comenzaron a organizarse. Se adjudicaron un día para cada una, así el gasto de alimentación era menor y los animales podían comer casi a diario. Aún con ello, todavía no habían conseguido que los gatos alcanzaran unas mínimas condiciones de confort.

Tuvieron que pasar dos años más para que se unieron varias personas más al grupo y comenzaran a fabricar casetas, establecer zonas fijas de alimentación con sus comederos y bebederos, realizar un censo fiable de los nacimientos, las incorporaciones, abandonos y, también, de los fallecimientos.

Cada animal comenzó a tener su propia ficha, con sus fechas de nacimiento, enfermedades importantes, árbol genealógico... Censarlos y documentar toda la información posible sobre ellos ayudaba para poder hacer rastreo sobre enfermedades genéticas, hembras que eran incapaces de llevar ningún parto a buen fin, machos itinerantes que desaparecían por meses, animales que procedían de las fincas o de los chalets colindantes al parque, perros o gatos abandonados que convenía sacar de la calle lo antes posible... Todos esos datos nos ayudaban a saber cómo actuar en cada ocasión.

Mami del Río, hembra dominante durante muchos años
Les pusimos nombres, para saber a quién nos referíamos cuando decíamos Robinson, o Garfield de la Torreta, Rayita de la Alcantarilla... cada uno tiene su nombre acompañado de su apellido. El apellido no es otra cosa que la denominación que recibe la ubicación donde se alimentan. En el parque tenemos nueve centros de alimentación.

Así que, así sabemos que Mami del Río tiene ya ocho años y es una hembra castrada en su primer año de vida. También sabemos que se quedó tuerta muy jovencita y que ha sido la matriarca de la camada del Río hasta hace dos años en que  Guapita del Río se hizo con el grupo y se convirtió en la nueva hembra dominante.

La idea es ir reduciendo los centros de alimentación a medida que esterilizamos a los gatos y las colonias van disminuyendo. Afortunadamente, este año 2014 hemos conseguido retirar uno de los centros, el denominado "Chalecito de Robinson", porque los pocos gatos que quedaban se han distribuido entre la camada del Río y la de la Torreta.

Robinson fue el Rey del Parque durante varios años
Todos estos años ellos nos han enseñado qué es lo mejor para ellos mismos y qué es lo que no podemos hacer. No podemos cambiar la ubicación de una camada a nuestro antojo porque no van a comer a dónde queremos, lo hacen dónde se sienten seguros. Así que establecemos esas zonas donde ellos deciden. Si es posible medicarlos sin sacarlos del parque ni llevarlos al vete, ellos lo prefieren porque se ahorran una enorme dosis de estrés. Y como estos, tenemos cientos de ejemplos.

A pesar de nuestros esfuerzos, ellos nos han cambiado la vida. Nos han hecho mejores de los que somos.

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