jueves, 25 de diciembre de 2014

Papa Noel se pasó por el Parque de Polvoranca

La caseta ha superado la normativa ISO
¡Hemos tenido mucha suerte! ¡Y nuestros pitufillos también!

Estas Navidades, Papa Noel  y sus renos se han pasado por Polvoranca y nos han dejado unos regalitos. Es uno solo, pero muuuy grande y vale por mil.

Vale, nos habéis pillado, no llevaba barba blanca ni traje rojo y no había renos.... pero Patricia tiene el corazón tan grande como el verdadero Papa Noel y nos ha traído esta caseta que, además de bonita, es calentita y muy útil.

Podéis observar, por la imágenes, que nosotros no llevamos cualquier cosa al parque ni hacemos dormir a nuestros peludos en cualquier sitio. Cualquier utensilio/objeto/útil primero tiene que pasar unos controles de calidad muy exigentes y exhaustivos. Lo cierto es que Miko, nuestro ingeniero seleccionado para esta ocasión, estuvo varias horas haciendo las pruebas. Y se lo tomó muy en serio.

El ingeniero Miko de Polvoranca
Miko es un gatito "polvoranqueño" que fue rescatado del parque. Su mami felina es Mika que en breve os la presentaremos para que la conozcáis, pero ambos tienen la misma cara y son igual de trastos.

Así que Miko le dedicó una buena mañana a rastrear posibles defectos de fabricación, como esquinas puntiagudas, aristas que hayan pasado desapercibidas a los ojos humanos... y todas esas cosas que suelen hacer los gatos: dejar su olor en cada centímetro cuadrado y llenar la caseta de pelos, mordisquear lo que le parecía oportuno y restregar bien el hociquillo en los empapadores.

Tras su trabajo, y no viendo ningún defecto apreciable, nos expidió un certificado que hacía válida la caseta para su uso y disfrute por parte de su compis polvoranqueños (o polvorines).

De tal forma que movilizamos un transporte especial y unos operarios ampliamente formados en el transporte de cargas pesadas (dos coloaboradores habituales y su C1) y trasladamos la caseta al parque con celeridad no fuera que los felinos nos acusasen de desidia en nuestras funciones.

Una vez allí fue instalada en la camada del Río bajo unos arbustillos que ahora están muy pelados pero en primavera se ponen frondosos y la cubrirán casi en su totalidad. 

Dicha camada del río cuenta con su propio equipo de  ingenieros (en este caso "ingenieras", por aquello de la paridad en el trabajo) y con Mami a la cabeza, la más veterana de todas ellas, examinaron por segunda vez la caseta. Se subieron encima, entraron dentro, reconocieron que ya había pasado con éxito una primera revisión (notaron el olor que dejó Miko) y, tras mirarla por todos los lados, concluyeron que era apta para instalarla en su territorio.

Ufff, los colaboradores respiraron aliviados, ya se imaginaban teniendo que volverse con la caseta a cuestas.

Se firmaron los documentos pertinentes, se estrecharon manos felinas y humanas en señal de entendimiento y colaboración y, hoy en el río, ya cuentan con otra vivienda de protección oficial apta para una familia numerosa. 

Jajajaja.

Nota: Muchas gracias a nuestra colaboradora Patricia por haber construido la caseta. Es la tercera que les hace a los gatillos del parque (y nos ha donado mantas y comederos...) y ellos están encantados. Muchos "miaus" de su parte. Gracias de la nuestra :))))

3 comentarios:

  1. Enhorabuena para los gatetes. Que la disfruten!!!

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  2. Parece fuerte y resistente. Qué bien que haya gente que se preocupa por los animales de la calle.

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  3. Me alegro por los gatos del parque. Soy runner y corro en Polvoranca y sé el frío que hace por las noches allí en invierno.

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